GOOD BAD NOT EVIL (2020)

La Casa Encendida, Madrid
Generación 2020




Photography by Manuel Blanco & Grimalt de Blanch

These days the power of the digital image is so viral that is has ended defining our reactive multidimensional description of everyday life and how we receive information on current events from online media almost immediately. Digital images played a key role in two of the most earth-shattering political and social moments in twenty-first-century Western culture: the election of Donald Trump as president of the United States and the Brexit referendum to leave the European Union held in the
United Kingdom.

Italian Philosopher Franco ‘Bifo’ Berardi (Bologna, 1948) reminded us that we are spending more and more time living in a digital reality, as electronic nomads whose souls are reflected online. By means of isolation and hyper-normalisation, that reality robs us the ability to create shared meanings that justify the existence of a collective consciousness or realm. Gala Knörr has investigated and analyzed those reactions to create a project —an installation with large-format paintings and a video— in which she shows the shared, collective response to real-life events based on viral images or post-Internet language and millennial symbols translated into the medium of art.

The images we consume, create, edit and share to define aspects of our multi-realities have always had a dubious pedigree, but they are nevertheless part of the digital capitalist society’s heritage. Aside from the obvious, they also have speculative and relational connotations, such as the ability to trigger a sense of self-recognition, or mirroring, in users or viewers. For instance, the digital meme linguistically related to the French word même, used to refer to something that is the same or equal. Good Bad Not Evil explores the nature of digital images, the ‘poor image’, memes and deep fakes in an attempt to illustrate the absurd yet powerful associative nature or Internet imagery and its transference or power from digital reality to real-life experience.

Ignacio Cabrero
(Excerpt from text on ‘Generación 2020’ La Casa Encendida catalogue)


En la actualidad el poder de la imagen digital es tan viral que ha terminado conformando nuestra descripción reactiva multidimensional de la cotidianidad y cómo nos informamos sobre los acontecimientos actuales en los medios electrónicos de manera casi inmediata. Las imágenes digitales han jugado un papel fundamental en dos de los momentos políticos y sociales más sísmicos de la cultura occidental del siglo xxi: la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos y el referéndum celebrado en el Reino Unido para abandonar la Unión Europea, comúnmente conocido como Brexit.

El filósofo italiano Franco Berardi, “Bifo” (Bolonia, Italia, 1948), nos recordaba que pasamos cada vez más tiempo existiendo en la realidad digital como transeúntes electrónicos que reflejan su psique en las redes. Una realidad que, por medio del aislamiento y la hipernormalización, secuestra nuestra capacidad de creación de los significados compartidos que dan sentido a la existencia de un reino o consciencia colectiva. Gala Knörr ha investigado y analizado esas reacciones para crear un proyecto —a modo de instalación con obras pictóricas de gran formato y un vídeo— en el que se muestra la reacción compartida colectiva ante sucesos reales basada en imágenes virales del lenguaje postinternet y la simbología millennial traducidas al medio artístico.

La genealogía de las imágenes que consumimos, creamos, alteramos y compartimos para definir aspectos de nuestras multirrealidades siempre ha sido de origen dudoso, pero, aun así, éstas forman parte del patrimonio de la sociedad capitalista digital. Más allá de lo obvio, tienen una connotación especulativa y relacional, como es la habilidad de provocar un sentimiento de reconocimiento, o espejo, en el usuario o espectador. Por ejemplo, el meme está relacionado lingüísticamente con la palabra francesa même, utilizada para referirse a aquello que es lo mismo o es igual. El proyecto Good Bad Not Evil indaga en la naturaleza de las imágenes digitales, la “imagen pobre”, los memes y los deep fakes para transmitir la absurda pero poderosa naturaleza asociativa de las imágenes de Internet y su transferencia de poder de la realidad digital a la realidad vivida.

ignacio cabrero
(Extracto del texto del catálogo ‘Generación 2020’ La Casa Encendida)